Progresismo

El problema ideológico de España es el progresismo. Tan nefasta ideología incrustada en el pueblo español es el residuo de la izquierda socialista y de la izquierda comunista. Hoy se llama pensamiento Alicia. Cayó el Muro de Berlín. ¿Qué hacer? Intentar reconstruir una ideología para venderla al cuerpo electoral para colocar a los partidarios y formar una nueva clase política. La socialdemocracia y el comunismo ya no valen ni un duro. Nadie se cree tales ideas por lo menos en una proporción numérica suficiente como para conseguir el poder político. Se ha inventado un pensamiento político ideológico bogavante, extravagante, divagante. Es el nuevo socialismo Alicia o progresismo. Ya no es una ideología emancipatoria, liberadora, racionalista, rigurosa, seria. Ya no va dirigida al proletariado, a la clase media, a las personas normales, al ciudadano trabajador o pagador de impuestos. Tal ideología va dirigida a las minorías. Las características o tópicos ideológicos de este engendro amorfo son las siguientes: 1. Odio a la derecha (vulgo PP). 2. Odio a España (interiorización de la Leyenda Negra Antiespañola), odio al himno y a la bandera, simpatía por el Imperio Moro, simpatía por la UE (vulgo, Alemania y Francia), desnacionalización de España, simpatía por los separatistas. 3. Odio a la Iglesia Católica, preferencia por el agnosticismo, el Grande Oriente Español, el Islam. Anticlericalismo zafio, burdo y de brocha gorda. 4. Odio al conocimiento riguroso. Banalización del saber y de la educación, desprecio por la excelencia. 5. Desprecio por la familia y el matrimonio, trivialización de tales instituciones, preferencia por la homosexualidad y otras filias sexuales. 6. Amor a lo políticamente correcto, desprecio del idioma, feminismo gramatical. 7. Amor a la homosexualidad y a la transexualidad. Propaganda de tales parafilias. 8. Amor a ETA y a los separatistas. 9. Amor a la demagogia y a la mentira. 10. Amor a los fracasados de la guerra civil, convirtiéndolos en héroes derrotados y fracasados que sirven de modelo para los progresistas del presente, fomento del rencor, el odio y el resentimiento.