Descomposición

Cuanto más lo pienso, más me confirmo en mi convicción íntima de que España está en un proceso de descomposición. La Generalidad de Cataluña aspira a la independencia política, diplomática, económica, etc. y a la vez pretende parasitar y explotar al resto de España. El Gobierno de España se prostituye ante unos separatistas que no tienen ni media hostia por un puñado de votos. Digo yo que si Cataluña debe ser independiente, entonces el boicot a sus mercancías se impone obligatoriamente al resto de España como una medida de higiene pública, política y económica. Por supuesto. Ningún trasvase del Ebro a Cataluña. Estas serían unas medidas elementales. Otras medidas son la suspensión de la autonomía, la destitución de su gobierno autónomo, su ocupación militar y la declaración de todos los partidos separatistas catalanes como partidos fuera de la ley, ilegales. Hay que implantar la obligatoriedad del Español y veremos cómo protestan esos malnacidos y cobardes. Veremos si son heroicos esos traidores. Todo esto pasa, naturalmente por una revolución nacional española que reconstituya la Nación Política Española y por supuesto, por la supresión del Estado de las Autonomías. Ha llegado la hora de replantearse claramente la Constitución, la forma de Estado y su organización. Desde luego, prefiero la República presidencialista y centralizada. Hay que aislar y marginar política y socialmente a toda esa panda de ratas separatistas. Y si les gusta la violencia, responderles con violencia, una violencia reparadora frente a una violencia destructora y disgregadora. Todo esfuerzo patriótico español pasa por oponerse radicalmente al orden establecido. Ser patriota español es ser un revolucionario. Arriba España. Viva España. Viva la pena de muerte. Viva Sarkozy.