Bien mirado, el panorama político español se nos muestra como caracterizado por un formidable proceso de disgregación política. Las fuerzas políticas antiespaña están crecidas, desafiantes y dispuestas al enfrentamiento con las fuerzas políticas nacionales. Sostener una idea de España o la necesidad de que España exista y perviva implica el enfrentamiento necesario con los partidarios de la antiespaña, sus enemigos. Ahora se trata por el momento de enemigos internos, españoles que creen que tienen que acabar con España y eso que luego afirman que no existe España. Quieren acabar con algo que presuntamente no existe y la verdad es que tienen que desplegar un inmenso esfuerzo para ello. En este año 2008 las contradicciones en el seno de la sociedad española van a ser muy intensas, fuertes. Veremos qué nos depara este año decisivo.
martes, 22 de enero de 2008
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